Tiempo bien invertido: el KPI que RH necesita en 2025
Durante años, hemos medido el tiempo como un recurso de eficiencia: cuánto produces, cuántas tareas completas, cuántas horas dedicas. Pero esa métrica está rota. Lo que no estamos midiendo es cuánto valor real nos entrega cada hora vivida.
Un nuevo enfoque cambia por completo esta perspectiva: en lugar de contar horas, mide cuánto sentido, logro y satisfacción subjetiva aporta cada bloque de tiempo en tu semana. Y las implicaciones de esto —para tu vida y para el diseño organizacional— son enormes.
El JAM que necesitas para vivir bien
La fórmula es sencilla pero poderosa: toda actividad aporta (en mayor o menor medida) tres dimensiones clave:
Joy (alegría)
Achievement (logro)
Meaning (sentido)
Cada persona necesita una combinación única de estas tres dimensiones para sentirse plena. A esto se le llama tu tipo JAM.
Hay quienes priorizan el logro, quienes viven por el sentido, y quienes necesitan una dosis constante de alegría. Lo clave es que todas las personas necesitan un mínimo semanal de cada una, y que la mayoría no lo está alcanzando.
Según los datos, solo el 30% de los profesionales logran satisfacer sus mínimos de alegría, logro y sentido cada semana. El 21% no alcanza ni uno.
La gran brecha: entre el valor que te da algo y el tiempo que le dedicas
¿Y si el verdadero problema no es la falta de tiempo, sino la mala asignación de valor al tiempo que ya tenemos?
La herramienta Life Matrix permite mapear visualmente:
Cuáles actividades te dan mucho valor (alto JAM).
Cuánto tiempo realmente les estás dedicando.
Y lo que revela es brutal: muchas personas gastan horas cada semana en tareas que no les aportan ni alegría, ni logro, ni propósito.
Peor aún, actividades que sí les dan sentido están relegadas a los márgenes: media hora, un domingo al mes, cinco minutos antes de dormir.
Cambios pequeños, impacto gigantesco
Aquí está lo poderoso: no necesitas una reinvención radical para cambiar cómo se siente tu vida o tu trabajo.
Reasignar una sola hora semanal de una actividad sin valor a una de alto JAM puede elevar significativamente tu satisfacción general.
Reducir las horas de baja calidad (tiempo perdido en scroll infinito, reuniones sin propósito, tareas solitarias sin sentido) libera energía, claridad y motivación.
Hacer ciertas actividades acompañado (en vez de solo) aumenta exponencialmente su valor percibido.
El secreto está en identificar esas micro-decisiones invisibles que suman o restan calidad de vida sin que lo notes.
¿Y qué tiene que ver esto con RH y liderazgo?
Todo.
Porque el trabajo está lleno de tiempo mal invertido que nadie cuestiona.
Porque la mayoría de las herramientas de productividad ignoran lo que se siente mientras se trabaja.
Porque los líderes deberían empezar a medir si el tiempo que le exigen a su equipo vale la pena para el equipo.
¿Una reunión sin claridad ni acción? Tiempo robado. ¿Procesos que pueden automatizarse pero aún se hacen manuales? Tiempo perdido. ¿Check-ins de desempeño sin feedback ni decisión? Tiempo muerto.
Diseñar el tiempo como un activo experiencial, no solo funcional, es el nuevo trabajo del liderazgo.
El nuevo KPI de RH: Tiempo con valor subjetivo alto
Imagina un sistema donde:
El colaborador sabe qué actividades le recargan.
RH ayuda a eliminar tareas de bajo JAM.
Los líderes crean espacio para que su equipo tenga más tiempo de alto valor (en y fuera del trabajo).
Eso no es una utopía. Es diseño organizacional con conciencia humana.
Y el retorno no es solo emocional. Es operativo:
Las personas que viven más horas de alto valor rinden más, se queman menos y colaboran mejor.
El engagement no es una encuesta. Es una experiencia semanal.
Y el propósito no es un póster. Es una práctica horaria.
¿Y si tu empresa empieza por esto?
Una sola acción: que cada persona identifique una actividad de alto valor y se comprometa a hacerla una hora más cada semana.
Y luego… ayudarle a eliminar una de bajo valor.
Tres horas a la semana bien redistribuidas pueden cambiar no solo el clima… sino la vida.
Haz que tu equipo use su propia Life Matrix. Reúnanse, compartan compromisos, hablen sobre lo que los recarga. No como dinámica HR. Como práctica de liderazgo real.
La cultura de una empresa se transforma cuando se empieza a respetar lo más valioso que todos tienen: su tiempo.
Y más aún: su experiencia de estar vivos mientras lo invierten.
Fuente: MIT
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Guillermo Farías
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